"[...] cualquiera que haya de ser la última etapa de la historia, ningún hombre cuerdo duda ya de que estamos presenciando las primeras. Ya no hay diferencia de tono ni de clase entre el orden colectivista y el orden comercial ordinario; el comercio tiene su burocracia y el comunismo su organización. Las cosas privadas ya son públicas en el peor sentido de la palabra, es decir, son impersonales y deshumanizadas. Y las cosas públicas ya son privadas en el peor sentido de la palabra; esto es, son misteriosas y secretas, y están muy corrompidas. El nuevo tipo de Gobierno comercial combinará todo lo malo con todos los planes para un mundo mejor. No habrá excentricidad, ni buen humor, ni noble desdén del mundo. No habrá nada, salvo una cosa abominable llamada «servicio social», que significa esclavitud sin lealtad. Este servicio será uno de los ideales. Olvidé mencionar que habrá ideales. Los hombres más ricos del movimiento han manifestado muy claramente que poseen cierto número de estos pequeños consuelos. La gente siempre tiene ideales cuando ya no puede tener ideas".
Los límites de la cordura muestra la afinada intuición de Chesterton sobre las relaciones entre la propiedad y la libertad social. Chesterton reflexiona con su perspicacia habitual sobre el sistema social, político y económico. Ninguno puede presentarse con legitimidad sin poner en primer plano, como principio y fundamento de todo, la dignidad de la persona.
Gilbert Keith Chesterton (Londres, 1874-1936). Crítico, novelista y poeta inglés. A partir de los veinticinco años, empieza a colaborar en periódicos y revistas como crítico de arte. Además de poesía ( < i > El caballero salvaje < /i > , 1900) y de brillantes estudios literarios ( < i > Robert Browning < /i > , < i > Dickens < /i > o < i > Bernard Shaw < /i > , entre 1903 y 1909), Brown se inició en la narrativa detectivesca, con < i > El hombre que fue Jueves < /i > (1908), una de sus obras maestras. A partir de 1911, empezó la serie del Padre Brown, con < i > El candor del Padre Brown < /i > , protagonizada por el célebre sacerdote detective. Muy pronto se sintió atraído por el catolicismo, y, en 1922, abandonó el protestantismo en una ceremonia oficiada por su amigo el sacerdote O´Connor (modelo de su detective Brown). Chesterton es asimismo autor de innumerables poemas, ensayos, artículos, cuentos, libros de viajes y otras tantas obras menores.