Los Normandos en Sicilia, la invasión del Sur es la primera parte de un ambicioso proyecto que llevó a Lord Norwich a escribir, en sus propias palabras, el libro que a mí me habría gustado leer en mi primera visita a Sicilia. La historia se inicia en el año 1016, con una partida de peregrinos normandos en monte Gargano y termina el día de Navidad de 1130, cuando Roger II es coronado rey de Sicilia. Por sus páginas se pasean Papas desde Urbano II a Inocencio II antipapas como Gregorio o Anacleto y Emperadores tanto de Oriente como de Occidente. Pero los verdaderos protagonistas son los gobernantes normandos de la Casa Hauteville junto a sus vasallos más díscolos. El autor no es indiferente al atractivo que ejercen las escasas fuentes en las que basa su estudio, e incluso se permite ácidos comentarios sobre la validez y fiabilidad de las mismas. Junto a él no podemos dejar de preguntarnos asombrados: ¿Cómo es posible que una de las epopeyas más extraordinarias y fascinantes de la historia europea (...) sea tan poco conocida en el mundo?. Norwich combina de manera inteligente su rigor de historiador y sus dotes de narrador en una obra que atrae a eruditos y estudiosos de esta sugerente conquista, así como al lector medio, al que cautiva con sus anécdotas históricas, el tratamiento de los personajes y las gotas de humor y fina ironía que salpican la obra. Las pinceladas sobre arte y cultura de la época no hacen sino subrayar el contenido histórico de la misma. El tono apasionado de la prosa de Norwich hace aún más ameno el relato, permitiendo al lector identificarse con el autor, con su entusiasmo en la descripción de las batallas, con su admiración por el pueblo normando, con su debilidad para con ciertos protagonistas de la historia. Calificada como La otra conquista normanda, este episodio de la historia del Mediterráneo se beneficia de la modernidad de algunos de sus planteamientos, en una época donde la fusión de culturas y religiones goza de plena actualidad.
John Julius Norwich (1929-2018) estudió en el New College de Oxford y, en 1952, entró en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde fue destinado a las embajadas inglesas en Belgrado y Beirut. Participó en la delegación británica de la Conferencia de Desarme de Ginebra. En 1964, abandonó su carrera diplomática para dedicarse a escribir. Fue autor de más de veinte libros sobre la historia de Europa y del Mediterráneo, y su trilogía sobre el Imperio bizantino es uno de los textos de referencia de ese período histórico. Lord Norwich fue miembro de la Royal Society of Literature, la Royal Geographical Society y la Society of Antiquaries y, en 1993, fue nombrado comendador de la Real Orden de la Reina Victoria y perteneció al Comité Ejecutivo del National Trust.