Fernando Quiñones es un creador excepcional que no obtuvo en vida el reconocimiento merecido, aunque su obra impresionó a autores como Hemingway o Borges. Quiñones necesitó contar, narrar, recrear lo vivido y lo imaginado hasta el último día de su vida. Cuando la muerte le sobrevino, el 17 de noviembre de 1998, se hallaba trabajando en dos novelas que se recogen en esta edición de Alianza Literaria. Se trata de Los ojos del tiempo y Culpable o El ala de la sombra. Dos novelas que se erigen ante nosotros como el testamento estético y humano de este reconocido escritor gaditano. Los ojos del tiempo y Culpable o El ala de la sombra son dos novelas cortas, género que Quiñones cultivó con pasión y éxito. Ambas tienen en común, al margen del género que comparten, la fecha en que se empezaron a escribir, en los primeros años de los noventa, y la temática, el paso del tiempo o simplemente el Tiempo, con mayúsculas. Éste es un tema presente en casi toda la obra del autor y que, en el fondo, es la reflexión sobre la vida y la muerte. Los ojos del tiempo y Culpable o El ala de la sombra las escribe Quiñones cuando ya le había sido diagnosticada la fatal enfermedad, por lo que en estas páginas planea el fantasma de la tragedia que convierte a estos textos en un secreto depósito de sus temores y reflexiones sobre la vida y la muerte. Esta edición póstuma de Los ojos del tiempo y Culpable o El ala de la sombra ha sido posible gracias al minucioso trabajo llevado a cabo por la profesora Nieves Vázquez Recio sobre los borradores de Fernando Quiñones. Una ardua labor de recomposición de unos textos mecanografiados y abundantemente anotados, corregidos y enmendados del puño y letra del propio Fernando Quiñones en su afán por encontrar la voz adecuada y la palabra precisa.
Fernando Quiñones Chozas (Chiclana de la Frontera, 6 de marzo de 1930 - Cádiz, 17 de noviembre de 1998). Pasó su infancia y su adolescencia en Cádiz con su abuela paterna. A los quince años, empieza a trabajar en el muelle. En diciembre de 1948 comienza su aventura literaria con la creación de la revista El Parnaso con la que estuvo hasta febrero de 1950 y a la que seguirá Platero, que se publica hasta 1954. Empieza a escribir en la prensa, una actividad que no abandonó nunca. Una serie de sus artículos periodísticos serán recogidos años más tarde en dos volúmenes: Fotos de carne y Por la América morena que aglutinan cada uno cincuenta textos. Terminado el servicio militar, marcha a Madrid donde empieza a trabajar para el Reader Digest en octubre de 1953 y donde se abrirá paso. En 1957 empiezan sus viajes por el mundo: Francia, Portugal, Italia, Marruecos... En este mismo año publica su primer libro de poesía, Ascanio o Libro de las flores y Cercanía de la gracia con el que obtiene el accésit al Premio Adonais de poesía. Se casó en Milán en 1959 con Nadia Consolani. En ese mismo año nace su hija Mariela. Un año más tarde gana el Premio Literario del diario La Nación de Buenos Aires con Siete historias de toros y de hombres. También en 1960 gana el Premio de prosa de las XII Fiestas de la Vendimia de Jerez con Cinco historias del vino. En 1963 nace su segundo hijo, Mauro. En 1971 Fernando decide dedicarse por completo a la literatura y abandona su trabajo en el Reader Digest. A partir de ahora vivirá a caballo entre Madrid y su amado Cádiz. Viajes, conferencias, pregones, cursos y la escritura ocupan la mayor parte de su tiempo. En 1973 marcha con su amigo Félix Grande a Hispanoamérica como embajador del flamenco: Puerto Rico, Perú, Argentina, Nicaragua y Chile. En 1987 viaja con José Agustín Goytisolo a Marruecos