Un vibrante recorrido por las calles y el alma de Glasgow que pone al descubierto una sociedad escocesa marcada por la violencia y la corrupción. Ganadora del Dagger Award. Los papeles de Tony Veitch, segunda entrega de la renombrada trilogía de Glasgow que William McIlvanney empezó a finales de los años setenta, es un reencuentro con el inspector Jack Laidlaw, un lobo solitario atormentado que, tras su aparente dureza, esconde una gran humanidad y una aguda inteligencia. Eck Adamson, un vagabundo alcohólico, llama al inspector en su lecho de muerte y Laidlaw ve en el críptico último mensaje de Eck una clave para resolver el asesinato de un rufián del mundo del hampa y aclarar la desaparición de Toni Veitch, un estudiante muy idealista. Y Laidlaw, con su obstinada integridad, persigue un rastro de corrupción que corroe la sociedad desde las más altas esferas hasta los estamentos más bajos. La crítica ha dicho:
«Sin duda, nunca habría llegado a ser escritor de novela negra sin la influencia de McIlvanney.»
Ian Rankin «Los libros de Laidlaw son como el más exquisito whisky de malta, la pura esencia de las novelas de crímenes escocesas.»
Peter May «McIlvanney describe un mundo brutal, pero lo hace con un lenguaje poético extraordinariamente hermoso y cautivador. Su trabajo desafía el encasillamiento en cualquier género: es simplemente gran escritura de un maestro de este oficio.»
Craig Russell
William McIlvanney (Kilmarnock, Escocia, 1936) Graduado por la Universidad de Glasgow, trabajó como profesor de inglés entre 1960 y 1975. Como escritor es muy conocido por ser el padre del tartan noir, el subgénero policiaco ambientado en Escocia que tiene unos parámetros morales muy particulares. De él beben autores tan prestigiosos como Ian Rankin o Val McDermid. Su primer libro, Remedy is None (1966) ganó el Geoffrey Faber Memorial Prize. Con Docherty ganó el Whitbread Novel Award, y su novela Laidlaw fue merecedora del Crime Writers' Association Macallan Silver Dagger for Fiction. En castellano también se han publicado Extrañas lealtades, la segunda de las tres novelas protagonizadas por el inspector Laidlaw, y El grande, que contó con una la versión cinematográfica protagonizada por Liam Neeson. También ha logrado cierto reconocimiento como poeta.