Cuando un frío y anodino día de invierno, Matilde Montenegro, una estrella de la novela romántica caída en el olvido, se presenta en el despacho del detective Florián Falomir, este no sospecha que su encargo, la entrega de una carta, lo conducirá a un laberinto de pasiones que llegará a sumergirlo en una orgía de sexo y traición.
Porque lo que en un principio parece un trabajo sencillo, se convierte en la búsqueda frenética de la misteriosa destinataria de la misiva, Rosal de Luna, otra gran diva del género rosa. A partir de ahí, el ego y la fama de las dos escritoras reinas del melodrama erótico serán elementos tan importantes en la trama como los enigmáticos asesinatos a resolver.
Desde la distancia, la inspectora Martina de Santo, el más icónico de los personajes creados por Juan Bolea, asesorará a un desubicado Falomir para intentar desvelar la solución de un caso protagonizado por mujeres arrogantes y viejos seductores, donde escarbar en el pasado puede acarrear consecuencias insospechadas.
Solo un autor capaz de jugar con los géneros como Bolea podía deshilachar una historia tan paradójica, enigmática y divertida como los temas que trata: el amor, la seducción, la fidelidad?, mezclando escenas de hilarante comicidad y escenarios apesadumbrados por la tragedia. Todo ello en clave de novela negra pero desvelando de paso las claves de la novela romántica.
La obra narrativa de Juan Bolea(Cádiz, 1959) arranca con El palacio de los jardines oblicuos (premio Ciudad de Alcalá de Novela Corta) y prosigue con dos novelas muy bien acogidas por la crítica: Mulata, ambientada en la Cuba de Castro, y El color del Índico, cuya trama transcurre en escenarios africanos. Con Ediciones B ha publicado El manager, una visión paródica del mundo del espectáculo y la política, en 2001, y dos años más tarde El gobernador, un ácido retrato de la autoridad y del conflicto generacional.