Todas las madres podrían considerarse aventureras, porque hay mañanas en las que salir de casa rumbo a la guardería y al colegio, con el carrito cargado de biberones, pañales y jarabes (porque la niña tiene tos), el patinete del carrito instalado para que el mediano (príncipe destronado por la que va en el carrito), se suba porque hoy dice que no anda, la mochila del cole del mayor (que parece que está destemplado) cargada a la espalda de mamá, los paraguas, porque llueve, el plástico del carrito, porque sigue lloviendo y el perro atado al mismo, porque no ha dado tiempo a sacarlo y está en la puerta con la correa en la boca y moviendo el rabo, se convierte en una verdadera aventura. Si a eso se suma que el ascensor está estropeado, que el perro tira del carro como si fuera un trineo y que el mediano va en su patinete metiéndole el dedo en el ojo a su hermana (la del carrito), escalar en Everest es una nimiedad. Recorre las páginas de este libro y descubre a la madre #adivina#, la madre #sargento#, la #tecnológica#, la #creativa#, la #hippie# o la #cantarina#. ¿Las reconoces?