El primer y más negro franquismo, el año infame de la Victoria, 1940, el Madrid de la represión en frío, burocratizada y por miles, el Madrid de los «justicieros» espontáneos, las pandillas, las noches falangistas en que los perros comían hombre muerto y las madrugadas de rojo y sangre. Todo esto es una novela que no es sino las memorias de un joven fascista llevado por sus «ideas» hasta el fanatismo, la crueldad y prácticamente el suicidio.
La pluma de Francisco Umbral se mueve con violencia, gran riqueza de información, crueldad en el dato, puntualidad en el crimen y gran plasticidad y viveza de conjunto.