SOLER, ANTONIO (1956- ) / 0 (Ilustración)
Este luminoso ensayo nos habla de una época decisiva en la historia de Málaga, entre los inicios de la industrialización y el estallido de la Guerra Civil. Hubo un momento en el que se dibujó en el horizonte la posibilidad de una ciudad esplendorosa, desarrollada urbanísticamente y enganchada al tren de la modernidad. Una burguesía pujante y una masa de obreros rebeldes pero igualmente resueltos, pelearon por convertirla en la primera capital del Mediterráneo español, siguiendo muy de cerca la estela de Barcelona. Hacia la mitad del siglo XIX el paisaje malagueño es el de un cúmulo de chimeneas industriales, edificios fabriles y un puerto bullicioso cruzado por vagones cargados de mercancías que salen y entran de los muelles. Sin embargo, todo quedaría más cerca del sueño que de un logro prolongado. Décadas después, con la entrada de las tropas franquistas, el recuerdo de aquella ciudad que podía haber sido un edén ya no era un sueño lejano sino un escarnio que alcanzaba su punto más doloroso. El paraíso estaba definitivamente perdido.