MIHURA, MIGUEL / MIGUEL MIHURA
En el panorama del teatro español del siglo XX, Miguel Mihura ocupa uno de los lugares reservados a los clásicos de nuestras letras. Escritor intuitivo, que llega al teatro desde la práctica del humor gráfico y literario, ya en su primera creación, Tres sombreros de copa, hace gala de unos recursos que no sólo lo individualizan dentro del total de nuestros autores del teatro humorístico, sino que lo sitúan en línea con los dramaturgos más vanguardistas del entorno europeo. La incomprensión de los medios teatrales hacia la novedad de sus propuestas le hizo derivar a planteamientos más convencionales. No obstante, en obras como Maribel y la extraña familia Mihura recupera su fuerza inventiva, la originalidad de su humor y su capacidad de sorprendernos con personajes que dejan en el lector una huella tan grata como indeleble. Ésta es la obra que, estudiada en el contexto de la producción de Mihura, se ofrece en esta edición, presentada y completada con una Guía de lectura realizada por Emilio de Miguel Martínez, profesor titular de Literatura Española en la Universidad de Salamanca.
Miguel Mihura, hijo de un actor y empresario de teatro, vivió desde niño en un ambiente teatral, que influiría considerablemente en su obra. En 1932 escribe Tres sombreros de copa, obra que no es entendida por los empresarios, y que se niegan a representarla, por lo que el autor decide cambiar de rumbo y hacer obras más burguesas, en línea con lo que se lleva en esos momentos. Durante la guerra civil funda y dirige La ametralladora, revista de humor de la zona nacional, donde ya se puede ver su particular concepción del ingenio. Alcanzará un gran éxito con su siguiente revista, La codorniz, fundada por él en 1941. Su humor, totalmente original, fresco y descabellado, seguía las directrices de lo que se hacía en Europa por aquel entonces. Después de vender La codorniz decide pasarse al cine, donde escribirá numerosos guiones y reanudará su creación teatral en 1953, continuándola hasta 1968. Sin embargo, todas sus obras están por debajo de la genial Tres sombreros de copa porque se ve obligado a frenar su libertad creadora y su magnífica imaginación. Son los años de A media luz los tres, El caso del señor vestido de violeta y Carlota. Pero alcanzará el éxito total del público con Melocotón en almíbar (1958) y Maribel y la extraña familia (1959), La bella Dorotea (1963) y Ninette y un señor de Murcia (1964).