La novela relata la vida de una joven parisina arrastrada a la prostitución y condenada a una vida lamentable. Marthe y Ginginet, los protagonistas, son enfermos morales que no pueden cambiar su destino. La obra refleja el ambiente parisino de la época, de sus calles y sus gentes; un itinerario entre lo costumbrista y lo decadente.
Huysmans desarrolla en Marthe un estilo y un lenguaje propios que lo convertirán en un maestro de la prosa del XIX. Su escritura contribuye, además, a la evolución de la lengua francesa a través de la inclusión, en sus obras, del argot popular del París del Segundo Imperio.