Creada por Jacques Martinès de Pasqually durante los años 1760-1770, la Orden de los Elegidos Coëns se basa en principios esotéricos inspirados en la Biblia, el primero de los cuales consistente en que el hombre debe trabajar sin descanso para redimir el pecado original a fin de reconciliarse con Dios y esperar su reintegración a un estado de felicidad eterna. Martinès está convencido que lidera un sistema masónico, mucho más auténtico que los existentes en su época. Más exactamente, afirma ser el heredero de una larga tradición que ha mantenido este sistema en secreto durante largo tiempo, siendo su papel y función en este mundo, el hacerlo visible y accesible a aquellos seguidores deseosos de un elevado grado de elevación espiritual.