Las intrigas imperiales. continúan , sacudiendo las cimientos de Roma y Egipto. Octavio decide eliminar a sus rivales y declara la guerra a Cleopatra. Tras la derrota en Actium, ésta y Marco Antonio huyen a Egipto: Alli, resistiéndose a ceder a las manipulaciones de Octavio, Cleopatra decide poner fin a su vida: Pero nada ni nadie logrará acabar con su leyenda: más allá de la muerte, la figura de la reina del Nilo seguirá seduciendo al mundo a través de los siglos.