PARA el estudio del alma leopardiana tienen especial importancia sus Pensamientos, una verdadera enciclopedia de meditaciones más o menos filosóficas y literarias, de anotaciones filológicas, de historia, etc., que el poeta escribió para sí. En ella está el fruto de sus soliloquios, desde las observaciones íntimas y poéticas hasta los razonamientos puros y fríos del hombre objetivo. De sus páginas hemos extraído estas otras que publicamos bajo el título de Mi vida sin esperanza, y a las que hemos agregado la «Carta dedicatoria a los amigos de Toscana», que figura en la edición florentina de los Cantos, y la «Despedida de Tristán al amigo», extraída de las Pequeñas obras morales. A través de este volumen, seguimos la metamorfosis del poeta que desde las dulces y serenas ilusiones del primer amor cae en el terrible anonadamiento de su melancolía. Y seguimos también la evolución de su estilo y de su agudo espíritu analítico que será, sin duda, la cruz de su vida. No ya como literato puro, sino como hombre, adherido a la vida y a la naturaleza, como filósofo, crítico y político, Leopardi es siempre poeta, imprime sentido y expresión poética a todo lo que escribe. Aun lo que nos repugna y entristece, como la muerte, el dolor y la desesperanza, se filtra suavemente en nosotros con la serena y delicada fruición de su arte.
GIACOMO LEOPARDI (Recanati, 1798-Nápoles, 1837) es el más celebrado poeta del Ottocento italiano y por su pensamiento una de las figuras más relevantes de la Europa de su tiempo. Tuvo una infancia poco común, debido a su siempre frágil estado de salud y a la educación conservadora a la que estuvo sometido. Por eso, desde niño se propuso estudiar solo. A los trece años ya componía versos y logró dar fin a una tragedia: Pompeyo en Egipto. A los quince, enclaustrado en la biblioteca de su padre, estudió y aprendió latín, griego y hebreo a la perfección. Muy pronto hizo acopio de una extraordinaria erudición filosófica que concretó en traducciones y otros trabajos. Publicó su obra poética entre los años 1824 y 1831, hoy conocida bajo el título genérico de Cantos.
Giacomo Leopardi nació en 1798 en Recanati (Italia), hijo del conde Monaldo Leopardi y de la marquesa Adelaida Antici. A los 18 años escribe odas griegas y de erudición histórica y filológica, así como libros de carácter enciclopédico. En 1817 anota los primeros pensamientos para el que habría de ser una especie de voluminoso diario, el Zibaldone. En 1819 madura su «conversión filosófica» y tiene lugar el paso de la poesía a la filosofía que caracterizará a su obra. Tras un fallido intento de fuga de su casa, en 1823 viaja a Roma. Residirá después en Milán, Bolonia, Florencia y Pisa. En 1831 ve la luz en Florencia la edición de los Cantos. En 1836, para huir de la amenaza del cólera, se refugia en La Ginestra, en las laderas del Vesubio, y el 14 de junio de 1837 muere a los 39 años.