La microliteratura (según se propone en este libro) es una forma de producción de la cultura escrita que aprovecha los huecos en blanco del espacio y del tiempo. La microliteratura es también la propia materialidad de la escritura, la complicación que sucede en los márgenes de manuscritos y libros impresos, y que requiere de formas de lectura laberínticas, desordenadas, pero al mismo tiempo sistemáticas. Y es también microliteratura una actividad por parte de quienes la producen: una actividad febril, levemente enloquecida por encontrar una voz y una audiencia desde los márgenes de libros en bibliotecas privadas que nunca son totalmente privadas. El estudio de la microliteratura llama al estudio de objetos, de aspectos materiales, de círculos de trabajo, de formas de la creación de redes, y, por supuesto, la actividad central de toda microliteratura: "pensar con", no solamente interpretar. Pues, al fin, la microliteratura no es sino uno de los nombres del pensamiento crítico y de las Humanidades.