Cuando en 1949 se estrenó Muerte de un viajante, obtuvo de inmediato un éxito que catapultó a la fama a Arthur Miller, y hoy es ya un clásico del teatro norteamericano del siglo xx. Llevada innumerables veces a las tablas en todo el mundo, y en varias ocasiones a la pantalla, esta pieza teatral se ha convertido en un símbolo de la tragedia del hombre corriente en una sociedad que lo aniquila. El protagonista, Willy Loman, casado y padre de dos hijos, ha trabajado toda su vida como viajante de comercio para conseguir una vida digna. Tiene sesenta años y está extenuado. pide un aumento de sueldo, pero se lo niegan y acaba siendo despedido «por su propio bien». Entonces todo a su alrededor se derrumba: tqué error ha cometido? «El que siga habiendo tantos Willy en el mundo», afirmó Miller, «se debe a que el hombre se supedita a las imperiosas necesidades de la sociedad o de la tecnología y se anula como individuo.»
Arthur Miller
nació en Nueva York en 1915 y falleció
en 2005. Clásico incontestable de la escena estadounidense, Miller escribió algunas de las obras maestras del siglo
xx, además
de obras de ficción, ensayo y crítica. Entre sus numerosos galardones se cuentan el Premio Pulitzer (1949)
o el premio de la crítica teatral neoyorquina en dos
ocasiones, así como el Premio Príncipe
de Asturias de las Letras
(2002). Hombre público por su compromiso social -y su vida privada-, nadie como Miller ha sabido reflejar las frustraciones y desengaños de la sociedad estadounidense. Tusquets Editores ha
publicado su autobiografía titulada Vueltas
al tiempo (Andanzas
78), la recopilación de ensayos
Al correr de los años
(Marginales 208), obras de teatro tan célebres como Las brujas de Salem y El crisol (Marginales 156 y Fábula 245), Muerte de un viajante
(Marginales 188), Panorama desde
el puente (Marginales
217) y El descenso del monte Morgan (Marginales 234), así como sus novelas
En el punto
de mira (Andanzas 247) y Una chica cualquiera (Andanzas 293 y Fábula 134) y el volumen de relatos Ya no te necesito (Andanzas 502).