La investigación sobre la música de al-Andalus, iniciada de forma rigurosa o moderna a finales del siglo XIX, ha tenido diversas fases y temas en los que ha centrado su atención. En una primera etapa: finales del siglo XIX y principios del XX, la labor de recogida, transcripción y compilación de los diversos repertorios fue un objetivo prioritario. En la primera mitad del siglo XX dos temas tendrán el protagonismo, por una parte las posibles influencias de la música de al-Andalus en la lírica trovadoresca y juglares europeos, coincidiendo con las tendencias metodológicas difusionistas; y por otra el estudio, edición y traducción de las fuentes, especialmente las referentes a teoría musical. La segunda mitad del siglo XX y principios del XXI se ha abierto a nuevos temas: análisis musicales y estructurales, el papel de la música dentro de una visión nueva de antropología cultural, las relaciones con el entorno: música y sistemas de producción, de género: el papel de la mujer; de las minorías: judíos y mozárabes; de las clases más humildes: bereberes y agricultores. El orientalismo y exotismo musical, la música de al-Andalus en las vanguardias, etc.
La aparición del fonógrafo a finales del siglo XIX (1877) permitió un cambio radical en la investigación y difusión de las músicas de tradición oral, aportando documentos sonoros y más tarde audio-visuales a este rico patrimonio.
La enseñanza de la música de al-Andalus de tradición oral se ha transformado, sin desaparecer, comparte protagonismo con otros métodos educativos. La enseñanza reglada en los Conservatorios de música del mundo árabe, las grabaciones sonoras y los medios de difusión: radio y televisión, han tenido una considerable incidencia en este nuevo proceso cultural. Miradas en espejo, rayuela de tiempos que conforman un rico calidoscopio cultural.