Samantha Jellicoe ha decidido dejar su vida delictiva y montar una agencia de seguridad. ¡Quién mejor para proteger a sus clientes que una ex ladrona de guante blanco! Richard Addison, el atractivo millonario con el que ahora comparte su vida y su corazón, está convencido de que, con el nuevo negocio, Sam se mantendrá alejada del latrocinio. Una noche, el primero de sus clientes aparece asesinado en extrañas circunstacias y sus joyas robadas. Además, alguien tiene mucho interés en que Samantha se vea involucrada en el crimen. Pero sus problemas no acaban ahí: Patricia, la ex mujer de Rick, pretende recuperar a su ex marido. Para demostrar su inocencia, Samantha decide aprovechar sus conocimientos como ladrona y desenmascarar al asesino. Sam se siente en la cuerda floja y sabe que cualquier movimiento en falso puede llevarla a la cárcel, por lo que deberá moverse al margen de la ley si con ello puede salvarse a sí misma y su relación con Rick.