Desde que Eva se comiera la manzana prohibida hasta que empezó a pasearse en pelotas por los programas de televisión han pasado milenios, pero la igualdad efectiva entre hombres y mujeres sigue siendo una utopía.
A pesar de que el movimiento feminista ha conseguido avances fundamentales para el desarrollo de una sociedad justa, en España la legislación no protege lo suficiente a las mujeres y muchas leyes se construyen sobre la larga sombra del patriarcado. El cuerpo femenino se sigue sexualizando, cosificando y utilizando como reclamo publicitario. El amor romántico aparece dibujado, en libros y películas, como la máxima aspiración vital para la mujer, aquella que dará sentido a su vida. Mientras, los gobiernos de derechas tratan de penalizar el aborto y en la intimidad del hogar persisten el maltrato y los asesinatos.
Internet se ha convertido en caldo de cultivo de la misoginia y la tan publicitada «guerra de sexos» se juega ahora entre conceptos tan creativos como el de las «locas del coño» y las «feminazis». Temerosos de perder la supremacía masculina, famosos, políticos y líderes de todo tipo lanzan el mensaje de que el feminismo es peligroso y advierten de la llegada de una especie de dictadura de mujeres al borde de un ataque de nervios. Cuando la realidad que retrata Diana López Varela en este libro deja claro que una sociedad basada en el feminismo es más necesaria que nunca. Al menos si queremos que algún día este sea de verdad un país para coños.
Diana López Varela (Pontevedra, 1986) es guionista, bloguera y columnista. Ha escrito y dirigido la exitosa obra de teatro breve No es país para coños, ha coescrito el largometraje de animación Memorias de un hombre en pijama (adaptación de la novela gráfica superventas de Paco Roca, autor de Arrugas), el largometraje El alcalde, el documental de Canal + Explosión de series, la adaptación en lectura teatral de Pulp Fiction (dirigida por Carlos Vermut), el documental para TVG 25 anos de cinema galego, la segunda temporada de la webserie Clases de lo social, el corto musical Superpunky y dos largometrajes rodados en República Dominicana. Además, trabaja habitualmente como guionista en programas de televisión y estrenará pronto su primer corto como directora, Feminazi. Escribe una columna semanal en El Nacional.cat y en Diario de Pontevedra y colabora ocasionalmente con Jot Down Cultural Magazine. Su blog, Suspenso en religión, es uno de los referentes más importantes del feminismo de nuevo cuño en España.