Hija de un andaluz y una catalana, Lydie Salvayre, cuyo apellido de nacimiento es Arjona, narra en No llorar la historia de su madre, Montse, nacida en un pueblo de Lérida, que en 1936, con apenas quince años, se va a Barcelona con su hermano anarquista. En la ciudad la joven vivirá el despertar al amor y el júbilo revolucionario de los días posteriores al estallido de la Guerra Civil. En la novela se conjuga el presente desde el que Montse desgrana sus recuerdos de aquellos maravillosos días de libertad de agosto del 36 con la narración de la estancia de Georges Bernanos en Mallorca y su proceso de escritura de Los grandes cementerios bajo la luna ?la condena de un católico durante la sangrienta represión fascista?. Montse Monclús narra la vuelta de Barcelona a su tierra natal y su matrimonio, el de la hija de una familia humilde con el vástago del cacique del pueblo. A través de la resurrección de la lengua materna, con su prosa Salvayre construye un apasionante relato coral sobre el complejo entramado político de la Guerra Civil, y sobre el exilio y la herencia que dejó a los hijos de los que tuvieron que dejar España para salvar sus vidas. Como si la primera marcha de Montse de su pueblo natal hubiera marcado para siempre un destino en fuga.
Lydie Salvayre es hija de padre andaluz y de madre catalana exiliados en Francia tras la guerra civil. Pasó su infancia en un pueblo cercano a Toulouse. Licenciada en lenguas modernas y en medicina, ha trabajado durante varios años como psiquiatra residente en la Clínica Psiquiátrica de Bouc Bel-Air, cerca de Marsella. En 1983 se instaló en París, donde trabaja como psiquiatra infantil en centros médicos psicopedagógicos del extrarradio. Sus libros se han traducido a una quincena de lenguas. Es autora de seis novelas además de La compañía de los espectros, entre las que destacan La Médaille (1993), La Puissance des mouches (1995), La Conférence de Cintegabelle (1999) o Les Belles Âmes (2000).