¿Por qué tanto ensañamiento con el cinismo? Porque el cínico cometió el terrible pecado de señalar al idealismo con el dedo y gritar: «¡El rey va desnudo!». Desde entonces, los maestros de la filosofía los ignoran, los tergiversan o directamente los descalifican. Esta obra busca actualizar la filosofía cínica como salvavidas para subsistir con libertad, cordura y dignidad en un mundo pospandemia que parece navegar a la deriva.