Si las sucesivas generaciones de lectores han seguido volviendo una y otra vez a la Odisea es porque esta historia de una errancia sin final, guiada por el imposible anhelo de una casa segura en la que fondear, es la historia de todos nosotros.
Si los antiguos podían atribuir a los dioses el trágico destino de Ulises, a los modernos ya solo les cabe culparse y destruirse a sí mismos. ¿Cómo leer hoy, en un mundo sin épica, aquel poema inicial, cuyo ritmo y repeticiones obedecían a la divinidad? Solo es posible después de reconocer que aquel mundo ya no nos pertenece y que toda imitación arqueológica es inútil.
Esta edición lo hace recurriendo al léxico popular y la voz poética de nuestra propia tradición castellana para devolvernos una bella versión, que rescata para el lector de hoy lo que la obra homérica tenía de Poema.
Según la tradición, el poeta griego Homero (ss. IX-VIII a. de C., aproximadamente) fue el autor de la Ilíada y de la Odisea, por lo que es considerado uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos. Algunos críticos modernos, sin embargo, mantienen que Homero no fue el auténtico creador de estas obras, sino que se limitó a compilar y unificar una gran cantidad de relatos orales que él mismo recitaba. Sea como fuere, ambos poemas se convirtieron en la base de la educación y cultura griega en la época clásica, así como de la literatura occidental moderna.