Richard Feynman (1918-1988) es recordado como un personaje mítico de la ciencia del siglo XX. Fue un físico sorprendente y extraordinariamente original. Pero también un hombre con un amor por la vida que traspasaba todas las fronteras, incluida la que separa a la ciencia y a los científicos de la sociedad. Rescatadas por su hija Michelle, este libro reúne un conjunto de cartas que van desde 1939, cuando acababa de comenzar sus estudios en la Universidad de Princeton, hasta 1986, cuando su muerte se vislumbraba de la mano de un cáncer en el horizonte. A través de esta correspondencia los lectores encontrarán al mejor y más auténtico Richard Feynman, el que se enamoraba, se divertía o sufría, al igual que al físico genial y al hombre comprometido que no soportaba los convencionalismos sin sentido, ni la estupidez, y que se implicó, en muy diversos tipos de actividades, como la comisión que se formó para encontrar las causas del desastre del trasbordador Challenger, que él desentrañó con una demostración tan sencilla como memorable.
Richard P. Feynman (1918-1988), nació en Nueva York, y se doctoró en la Universidad de Princeton. Trabajó en el Proyecto Manhattan y ocupó cátedras en la Universidad de Cornell y el Instituto de Tecnología de California. En 1965 recibió el Premio Nobel de Física por su contribución a la creación de la electrodinámica cuántica. Crítica ha publicado las siguientes obras de su autoría: ¿Qué significa todo eso? (2001), El placer de descubrir (2001), Seis piezas fáciles (2002) y Conferencias sobre computación (2003) y ¡Ojalá lo supiera! (2006).