«Hace ocho años una desgracia cambió mi vida, una desgracia cuyas consecuencias, sin embargo, no acabaron conmigo.» Por asombroso que parezca, he logrado recuperarme y, ocho años después de aquel horrible punto y aparte en mi vida, siento que por fin tengo fuerza sufi ciente para contar mi historia. Todavía duele, me remueve las entrañas, me entristece y algunos días casi me desespera. Pero tengo que contarla.»