En Oleaje de Emociones el lector se sumergirá en muchos de los sentires de la autora a lo largo de su vida plasmados en bellos y sencillos poemas que abarcan desde su adolescencia a la madurez, y que por ello clasifica este poemario como una sucesión de «primavera, verano, otoño» cronológicamente, según la estación vital por la que atravesaba.Ordenados estos pedacitos de pasión, y con las no menos bellísimas ilustraciones del pintor Antonio Montiel, podemos valorar su evolución personal mientras se degustan uno a uno, al tiempo que nos hacen pensar sobre las cosas y circunstancias que nos importan en nuestro proceso vital y el impacto que nos producen en el alma.