Ser joven en París en los años setenta y escribir una primera novela en una buhardilla alquilada a Marguerite Duras en la rue Saint-Benoît es un aprendizaje tan literario que parece inventado. Volver décadas después y retratar a un aprendiz de escritor en un permanente estado de desesperación impostada que imita a sus ídolos literarios en los cafés convierte a esta novela iniciática en un homenaje a la desilusión y la esperanza de los años de juventud. El joven Enrique Vila-Matas pasea por el barrio de Saint-Germain-des-Prés fingiendo ser un escritor maldito, espía la vida de bohemia de sus amigos artistas y escucha desconcertado los consejos de su casera en un francés superior que no entiende, mientras se despide de la poesía y de la felicidad de la escritura imaginaria. Enrique Vila-Matas incorpora un bellísimo prólogo a una de sus novelas más divertidas cuando se cumplen diez años de su publicación. El relato autobiográfico de sus primeros pasos literarios nos invita a adentrarnos en uno de innumerables pasajes parisinos como quien entra, con la elegancia y la naturalidad de su prosa más irónica, en la vida de un escritor que no se acaba nunca.
Enrique Vila-Matas (Barcelona, 1948) es autor de una extensa obra narrativa que le ha situado en los últimos años entre los más importantes y originales escritores españoles. Entre sus títulos más relevantes cabe destacar La asesina ilustrada (1977), Impostura (1984), Historia abreviada de la literatura portátil (1985), Una casa para siempre (1988), Suicidios ejemplares (1991), Hijos sin hijos (1993), Lejos de Veracruz (1995), Extraña forma de vida (1997). El viaje vertical (1999) fue galardonado con el prestigioso Premio Rómulo Gallegos. Bartleby y compañía (2000) fue Premio Ciudad de Barcelona, Prix Fernando Aguirre-Libralire y Prix du Meilleur Livre Étranger