El nuevo desorden amoroso que ya no es tan nuevo tiene desconcertado al ser humano. Pasados los tiempos en que la norma era el amor entre un hombre y una mujer, para siempre, con hijos y por la iglesia, vivimos en pleno desasosiego ante las numerosas opciones que se nos presentan. La contradicción se ha imptantado en nosotros, y mientras las vidas son cada vez más largas, los amores son cada vez más cortos. Eduardo Mendicutti, Antonio Gómez Rufo y Miguel Ángel de Rus, inmersos en el goce y el sufrimiento de estos nuevos amores, han plasmado tres pasiones no convencionales, con protagonistas que son aquello que en ocasiones no nos atrevemos a reconocer que somos. Eduardo Mendicutti, desde las tórridas y sensuales playas del sur, nos muestra a un muchacho acosado por las calenturas veraniegas de una jovencita ardiente. ¿Podrá la pasión flamigera vencer al terror que inspira en el joven? Miguel Angel de Rus nos presenta a un escritor del realismo sucio, triunfador, seductor de las más bellas y deseadas mujeres. Si bien es envidiado por la multitud, que ve realizadas en él sus noches soñadas de sexo y droga, en realidad no deja de ser un pobre hombre que no sabe qué hacer ni con su vida ni con su muerte. Antonio Gómez Rufo trae a estas páginas a una mujer dispuesta a vivir con los ojos cerrados un amor que la libere, a disfrutar hasta el último trago sus fantasmas eróticos, aunque ese placer la Ileve a lo que jamás podría esperar. Los tres autores que han decidido unir sus obras en este libro comparten el favor de la crítica y cuentan con unas carreras literarias algunas más largas que otras marcadas por la calidad y el aprecio de los lectores más exigente.
Eduardo Mendicutti nació en
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1948. En 1972 se trasladó a Madrid, donde
obtuvo el título de periodismo y donde vive desde entonces. Ganador de premios
como el Café Gijón y Sésamo, ha publicado más de diez obras, todas ellas con
gran éxito de crítica y de público, que han sido traducidas a diversos idiomas.
Dos de sus novelas, El palomo cojo y Los novios búlgaros, han inspirado sendas
películas homónimas dirigidas, respectivamente, por Jaime de Armiñán y Eloy de
la Iglesia. En 2002, su novela El ángel descuidado ganó el Premio Andalucía de
la Crítica.