FERNÁNDEZ CONDE, FRANCISCO JAVIER
La cosmovisión medieval de la mayoría de los cronistas y pensadores de los siglos centrales del Medioevo coincide en sus elementos básicos: un mundo salido de las manos de Dios creador, origen del poder político de emperadores, reyes y nobles, y del eclesiástico: papa y obispos. Ese principio fontal, trascendente y sagrado ?teocracia?, convertía las actuaciones de las personas investidas de poder en sagradas ?hierocracia? y en ministros o servidores del Reino de Dios que se constituye así en un verdadero arquetipo político, y cuyo reflejo más acabado eran los reinos y reyes bíblicos. D. Pelayo, obispo de Oviedo (1101-1130), puede considerarse como uno de los mejores representantes de este pensamiento típicamente medieval. Su concepción historiológica se vislumbra ya de forma implícita en la composición y ornamentación del Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo: «seguramente, uno de los mejores cartularios románicos producidos en Europa» durante los siglos xi-xii. El gran prelado de San Salvador fue capaz de poner en marcha un activo Scriptorium ?que solemos conocer como Scriptorium Pelagianum?, de