Juan Valera (1824-1905) destacó como un novelista cuidadoso y de gusto exquisito, creador de espléndidos caracteres femeninos. Diplomático de carrera, viajó por numerosos países y estuvo al tanto siempre de las más importantes innovaciones literarias. Pepita Jiménez (1874), probablemente su mejor novela, se inscribe en una tradición clasicista que permite evitar los excesos, tanto románticos como realistas.