Pensamos que no seríamos capaces de cometer un crimen, hasta que lo hacemos. Los seres humanos piensan que saben de qué son capaces. Creen que no podrían escapar de los policías, que nunca le harían mal a un niño. Yo no podría matar a mis padres; hagan lo que hagan, me dieron la vida. O yo no llegaría jamás hasta la violación. No sería capaz de acelerar al volante en un puente con mis hijos en el auto y caer al vacío. Pero todo eso lo decimos antes; no somos capaces, es cierto, nos resulta impensable el crimen, hasta que pasamos al acto.Perder el juicio cuenta la historia de un robo, de una apropiación, de un incendio provocado. Esta obra es el viaje de un secuestro donde la vida es vista como el armado de una evasión. Como dice Harwicz, se escribe una novela cuando se está en desacuerdo con el sentido de las palabras, cuando dejar de mentir es imposible.
<P style="MARGIN: 0cm 0cm 8pt" class=MsoNormal><FONT face=Calibri>Estoy sumergida en Montaigne, en la conversión de su lenguaje en reflexión sobre la muerte y el aprender a morir, en la conversión del ensayo en novela y viceversa. Estoy en el <SPAN style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin">«</SPAN>Sermón sobre la muerte<SPAN style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin">»</SPAN> de Bossuet, en sus oraciones fúnebres y bellas, en la felicidad de Albert Camus y <I style="mso-bidi-font-style: normal">Noces à Tipasa</i>, en Rousseau. Por las noches me pongo el casco y el traje ruso estalinista, el fusil y bajo a las bóvedas a ver. Estoy escribiendo <I style="mso-bidi-font-style: normal">Racista</i>, por ahora solo me preocupa aprender a tirar.<?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /><o:p></o:p></FONT><br><br><P style="MARGIN: 0cm 0cm 8pt" class=MsoNormal><FONT face=Calibri>[Así era Ariana Harwicz el día 1 de junio del año 2016 a las 19.20h.]<o:p></o:p></FONT><br><br>