Luhmann enfatiza en el carácter relacional y comunicacional del poder, dirigido por un código que moviliza las relaciones entre las personas. La teoría clásica considera el poder como un bien apropiable, que uno puede tener como un bien material y, en consecuencia, también perder. La posesión puede, entonces, acumularse y hacerse durar. Sin embargo, este uso metafórico no basta para analizar más profundamente este tema. La tan fácilmente asible categoría de posesión esconde lo que hay que saber justo en el punto donde la pregunta tendría que empezar, pues ¿qué condiciones sistémicas tendrían que cumplirse para que el poder pueda llegar a ser una posesión, para que sea administrado como tal, transferido como una cantidad constante, aumentado y disminuido, y defendido contra peligros específicos? El poder es una manifestación del fenómeno más general de la influencia, es decir, una comunicación que se entiende como selección de las alternativas de A que implica una selección de las alternativas de B. Es una selección selectivamente condicionada. La función del poder puede ser así reescrita como la general
Nacido en Luneburgo, estudió Derecho en la Universidad de Friburgo y desempeñó diversos puestos en la Administración alemana hasta 1960, año en el que fue a Harvard para estudiar Sociología con Talcott Parsons. A su regreso a Alemania, abandonó la carrera administrativa para dedicarse definitivamente a la investigación y la enseñanza en Sociología.
Fue habilitado como catedrático de esta disciplina en Münster y, en su condición de tal, se incorporó en 1968 a la Facultad de Sociología de la Universidad de Bielefeld. Además de haber sido profesor invitado en diversas universidades, fue miembro de la prestigiosa Academia de las Ciencias de Renania-Westfalia, así como el único sociólogo en obtener el más preciado galardón que se puede lograr en Alemania dentro del campo de las humanidades: el Premio Hegel, que le fue concedido en 1989.