A los veinticinco años fueron incluidos varios poemas de Francisco de Quevedo en la antología de Pedro Espinosa Flores de poetas ilustres (1605). La primera edición de sus versos fue publicada póstumamente por Jusepe González de Salas con el título de El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve musas castellanas (1648). Un sobrino de Quevedo, Pedro Aldrete y Villegas, publicó su obra lírica en Las tres últimas musas castellanas (1670). Quevedo fue adversario de Luis de Góngora y de los culteranos, a quienes ridiculizó en varios poemas y en los opúsculos de crítica literaria La culta latiniparla (1629) y La aguja de navegar cultos (1631).
Cortesano y estudioso de los clásicos, de su inteligencia superdotada, unida a una agudeza verbal asombrosa, salieron obras cumbre del Barroco como Historia de la vida del Buscón o Sueños. Su agitada trayectoria vital (1580-1645) contó con disputas literarios, pleitos e intrigas políticas por las que pasó cuatro años en la cárcel, acusado de "infiel", "enemigo del Gobierno y murmurador de él", y "confidente de Francia y correspondiente de franceses", cargos que Quevedo nunca reconoció.