La obra capital de uno de los pensadores más innovadores de nuestro tiempo. Un giro fascinante y audaz a los debates contemporáneos sobre la naturaleza. ¿Cómo salvar la brecha aparentemente infranqueable entre la ciencia (responsable de entender la naturaleza) y la política (responsable de regular la vida social) Desde hace tiempo, la ecología política pretende dar respuesta a este enorme desafío, cuyas consecuencias ponen en peligro la base de la democracia. Pero tropieza con dificultades para renovar la vida pública La naturaleza siempre ha constituido una de las dos mitades de la vida pública; la otra mitad forma lo que llamamos política, es decir, el juego de intereses y pasiones. Por un lado lo que nos une, la naturaleza, por otro lo que nos divide, la política. Y por eso es erróneo afirmar que la preocupación por la naturaleza es el sello distintivo de la ecología política: porque las controversias científicas que suscita y la incertidumbre sobre los valores que provoca, nos obliga a abandonar la naturaleza como modo de organización pública. Para Bruno Latour, la solución reside en una profunda redefin
Es catedrático de sociología en la École des Mines de París. En colaboración con Steve Woolgar escribió el estudio sociológico La vida en el laboratorio: la construcción de los hechos científicos. Es autor de Pasteur: la lucha contra los microbios y Nunca hemos sido modernos. Además es compilador de numerosas obras sobre la historia y la sociología de la ciencia y la técnica. Gedisa ha publicado sus ensayos «La tecnología es la sociedad hecha para que dure» y «De la mediación técnica: filosofía, sociología, genealogía» en el volumen de M. Domènech y F. J. Tirado, Sociología simétrica.