Los escenarios imponentes de la Patagonia son el marco de una excursión inolvidable para Pope y sus amigos. Un invitado inesperado sorprenderá al grupo y lo dejará sin sus riquísimas provisiones. ¿Quién es este pequeño ladrón regordete que se devoró los dulces? Nada menos que un pingüino glotón que después no tuvo mejor idea que seguir a la familia hasta el campo del abuelo. ¡Una experiencia verdaderamente inolvidable para los chicos y también para Pin! Una vez que termina el verano, Pin regresa con sus amigos pingüinos. ¿Seguirá Pin robándose los dulces de los visitantes o sólo le gustaron los que prepara Pope?