La bulería, sea el palo más joven del flamenco o el más antiguo, es ya centenaria. Y, sin embargo, es el motor de la evolución de este género musical, no sólo desde la revolución de Camarón, sino desde que la Niña de los Peines la grabara por primera vez en 1910 como tales. La bulería es la síntesis del flamenco, el palo más flexible, el más versátil, el más enraizado y, a la vez, el más heterodoxo. En sus entrañas bulle el compás de doce tiempos, el que hace rimar los más antiguos versos populares, pero también la tabla periódica de los elementos o el "Hello Dolly"; el que subyace en la jota aragonesa, pero al tiempo conversa con el soul, el jazz o el funky. El corazón del flamenco es la bulería. Y este libro te descubre cómo escuchar su latido.