Porque yo también tengo un hijo y quiero que sepa que tengo una amiga que se llama Rosa Díez. Eso resume muchas cosas: que amo la libertad y me bato por la dignidad, que nunca he comprendido ni a las banderas cuando suplantan la razón, que es casi siempre. ni a los fascistas que se envuelven en ellas, en ningún caso, que es lo que lleva sucediendo en Euskadi desde hace demasiado tiempo. Jorge Martínez Reverte Gracias a gente como Rosa Díez hemos vuelto a descubrir el fondo de coraje personal y de sereno radicalismo sin el que los principios democráticos no son más que palabras vacías. Decir claro y alto lo que uno piensa, no rendirse al miedo ni a la conformidad, no mirar nunca hacia otro lado cuando la injusticia o el crimen suceden delante de nosotros, no claudicar de la alegría. Esas cosas que parecen tan simples, y que Rosa lleva practicando tantos años, son el mejor antídoto contra la vileza. Antonio Muñoz Molina