Cómo la tecnología digital -desde los homenajes en Facebook hasta loscódigos QR en las lápidas- está cambiando nuestra relación con lamuerte.La sociedad moderna suele ocultar la muerte, como si fuera undefecto de carácter y no un hecho ineludible. Sin embargo, vivimosconstantemente rodeados de muertos. Relegada lejos de nuestra vidacotidiana, medicalizada, expurgada de nuestras vidas, la experienciade morir experimenta ahora una situación paradójica, ya que lasimágenes y las palabras de los seres queridos fallecidos regresan eirrumpen de repente en las pantallas de nuestros teléfonos. Morimos,pero seguimos existiendo en la presencia de nuestras vidas onlinepasadas que no pueden ser erradicadas: los fantasmas digitalesûhuellas electrónicas de los muertosû aparecen cuando hacemos clic. En La muerte se vuelve social. Inmortalidad, memoria y duelo en la erade la cultura digital, Davide Sisto analiza cómo la tecnología digital está cambiando nuestra relación con la muerte. Las redes sociales,los chats y los sitios web ûexplicaû constituyen, hasta la fecha, elmayor cementerio del mundo. El territorio explorado por
Filósofo de la Universidad de Turín, trabaja desde hace años en la tanatología en relación con la medicina, la cultura digital y la poshumanidad. Imparte clases en el Máster "Death Studies & the End of Life" de la Universidad de Padua, colabora con varias autoridades sanitarias locales y es editor, junto con Marina Sozzi, del blog Si può dire morte. Además de numerosos ensayos en revistas nacionales e internacionales, ha publicado: Lo specchio e il talismano. Schelling e la malinconia della natura (2009) y Narrare la morte. Del romanticismo al posthumano (2013).