Tanto si se trata de plantar cara a la idea consensuada de cómo debemos comportarnos y practicar el arte -si nadie fuera pretencioso, si nadie aspirara a más, nunca podríamos evolucionar-, como si aplicamos la idea a nuestras expectativas de autosuperación o diferenciación de los demás, lo pretencioso ha demostrado ser una forma de expresión útil y necesaria. La tesis de Fox defiende que acusar a los demás de elitismo es el último refugio de los mediocres, que la igualación del talento va en contra del progreso, y que debería haber en nuestra cultura una defensa abierta de quienes, simplemente siendo diferentes y creyéndose especiales, hacen de nuestra sociedad un lugar mejor.
Dan Fox reparte su tiempo entre la escritura, la música, la dirección de publicaciones periodísticas y el cine. Es co-editor de Frieze, una de las revistas europeas más prestigiosas en la difusión del arte y la cultura contemporáneas, y a lo largo de su vida ha publicado más de doscientos ensayos, entrevistas o críticas en catálogos y publicaciones de las instituciones y galerías de arte más importantes del mundo. Nacido en Gran Bretaña, actualmente reside en Nueva York e imparte clases en la Ruskin School of Drawing and Fine Art, además de dictar conferencias en espacios como la Tate