Con estas palabras abre Espido Freire, ganadora del premio Planeta 1999 por su novela Melocotones helados, este espléndido ensayo. A lo largo de sus páginas, se vuelve la vista al pasado para recordar el primer beso y también la primera herida; la pasión deslumbrante y la furia de esa experiencia sentimental que suele quedar fijada en nosotros de forma indeleble; y muchas veces la decepción que pone fin a ese sueño tan buscado. De la mano de príncipes azules, mujeres presumidas, chicos malos, tímidos irremediables y amigas casamenteras, lo mejor y lo peor del amor se dan cita en este libro que recupera la emoción de las historias amorosas.
Espido Freire (Bilbao, 1974) debutó como escritora con Irlanda (1998), novela que recibió una espléndida acogida por la crítica y fue galardonada con el Premio Millepage, otorgado por los libreros franceses a la novela revelación extranjera. En 1999 apareció Donde siempre es octubre y seis meses más tarde se convertía en la ganadora más joven del Premio Planeta con su obra Melocotones helados (1999). Sus otras novelas son Diabulus in musica (2001), Nos espera la noche (2003) y Soria Moria (ganadora del Premio Ateneo de Sevilla 2007). Es autora, además, de varios ensayos, colecciones de cuentos, una novela juvenil y un libro de poemas. En 2005 aparece La diosa del pubis azul, una novela policíaca escrita a cuatro manos con Raúl del Pozo. La crítica la ha reconocido como una de las voces más interesantes de la narrativa española y ha sido traducida a una quincena de idiomas. Su última novela, La Flor del Norte (2011), relata la emocionante historia de Kristina de Noruega, una fascinante mujer que se convirtió en infanta de Castilla y que murió de manera misteriosa, olvidada por todos.