Este es un libro de amor. Habla sobre la imposibilidad del amor en nuestra estructura económica. ¿Qué significa esto? El capitalismo no está ahí fuera: en el FMI, la OMC o el BCE. El capitalismo es una promesa de paraíso en la tierra, una idea de éxito y realización, un poder de fascinación. Tiqqun le pone nombre y le da figura: la Jovencita. La Jovencita no es mujer ni hombre, sino una imagen, un modelo, un ideal. Eterna juventud, seducción ilimitada, placer indiferente, amor asegurado contra todo riesgo, control de las apariencias, cero defectos. Impersonal, implacable, impecable, impermeable e imposible, la Jovencita se apodera de nuestra mirada, de nuestro deseo y de nuestro imaginario. Es una máquina de guerra. No se deja tocar y nunca pierde. Fragmento a fragmento, Tiqqun dibuja el campo de batalla: nos lo hace ver. De qué modo un bolso, un culo, una sonrisa, un perfume, unas botas o unos bíceps pueden ser armas en una guerra. Librada entre nosotros y en el interior de cada uno. Una guerra contra el azar y los encuentros sin garantías, la belleza y la sensualidad singulares, el tiempo de toda d
Tiqqun no es el nombre de un autor o un colectivo de autores, sino el nombre de un medio, un medio para construir energicamente una posicion. Toda posicion es una taxonomia, una topografia espiritual, una inteligencia politica de la epoca: una toma de partido. La posicion de Tiqqun se concreta en una doble secesion: en primer lugar, secesion del proceso de explotacion social (el mundo de la mercancia autoritaria o «imperio»), y despues, secesion de toda la esterilidad que se deriva de una simple