SEGOVIA SORIANO, ÁNGELA / ANGUITA MIRON, JORGE (Ilustración)
Hay plantas que crecen donde deben y otras que crecen donde quieren. Si bien este magüey se originó en el anterior libro de Ángela Segovia, Amor divino, el mismo paisaje donde había arraigado se extendió hacia una dirección tan imprevista que al cabo se volvió una planta exótica.
La decisión de trasplantarla fuera del libro no fue fácil. Así lo expresaba la autora en un correo electrónico poco antes de la publicación de Amor divino:
«He tenido que quitar la parte del magüey porque ya no entraba, esto me ha dado mucha pena, pero para ser honesta con el libro me ha parecido que debía irse fuera, no lo sé, he pensado que quizás podría publicarse en forma de plaquetita más adelante».
Aparecen ahora, por fin, en forma de libro, y con respiración propia, estas páginas, que pueden leerse como un brote lateral, cristales misteriosos con sus nudos rítmicos y agramaticales. Un drama de amor y celos acompañado, además, de un ensayo que ilumina el concepto de lírica y se cuestiona por las vías en que se expresa hoy el lenguaje sentimental.
Ángela Segovia nace en 1987 en Las Navas del Marqués (Ávila), «esta tarde cuando salí de casa de mis padres el aire había cambiado de color, había algo un silencio que se cerraba contra el viento. Las nubes se agolpaban arriba, aún blancas. A lo lejos se oía el griterío de los niños, niños jugando». Ha publicado ¿Te duele? (V Premio de Poesía Joven Félix Grande, 2009) y de paso a la ya tan (ártese quien pueda, 2013). «Lírica hoy, para mí, es un acto de fe. Y en tanto eso, un acto de amor». En 2015 y 2016 es becaria de creación en la Residencia de Estudiantes. «El otro día cuando volvía a la Residencia, pasé el pasillo de los árboles de olor y junto a la cabañita de abastos apareció un viento enorme que me envolvió, era muy grande y lo agitaba todo con velocidad, me golpeaba en la cara fuertísimo». En 2016 publica en esta misma editorial La curva se volvió barricada, que al año siguiente obtiene el Premio Nacional de Poesía Joven, «y yo no sé dónde meterme, estoy muy feliz». En 2017 traduce del gallego de Alén al castellano de Las Navas CO CO CO U de Luz Pichel (también en La uÑa RoTa). En 2016 empieza a escribir Amor divino: «Sigo con el libro, llegué a algunas soluciones ayer. Me gustaría poder pasear un poco, porque así pienso mejor? Hay muchas coincidencias, eso me da cosquilleo en el pecho».