Louise crece en un pequeño pueblo de los Alpes franceses. Inmensidad, flora alpina, veredas escarpadas que llevan hasta las cumbres y secretos que ahogan las conversaciones familiares conforman su infancia. Muy pronto la abandonará para estudiar en la ciudad, pero la prodigiosa belleza de las montañas la acompañará para siempre.
En los años cincuenta, Lyon aún no ha olvidado las tragedias de la Ocupación. Para Louise, sin embargo, todo es comienzo: los desafíos de la vida universitaria, el ritmo de ese jazz que inunda las noches y los bares, la amistad, el amor... Allí conoce primero a Henri, un talentoso pianista incapaz de superar el asesinato de sus padres que vive en una casa con una biblioteca saqueada por los nazis. Y más tarde a Johann, un chico alemán, de quien se enamora: por él, Louise elegirá un nuevo país, una nueva familia, una nueva lengua. Descubre entonces que también en otros hogares los secretos ensombrecen las relaciones.
En menos de doscientas páginas, y en capítulos breves como pinceladas impresionistas, Schenk nos acerca al laberinto emocional de una joven que habita la fractura entre dos países y que se siente extranjera en ambos. Gracias a la sutileza de este perfecto y penetrante caleidoscopio, nos revela la sugerente historia de una mujer que a menudo esconde, disfraza, la suya propia, de su independencia, de los sueños, de las tinieblas y las faltas que llevamos con nosotros, a veces incluso aquellas de las que no somos responsables, como la velocidad inadvertida con la que transcurre el tiempo y con la que, al final, se consume la vida más plena. Así, lo que en un principio parece una simple historia de amor se convierte en una nueva perspectiva sobre el pasado, la posguerra, el rencor y la reconciliación.
Sylvie Schenk (Chambéry, Francia, 1944). Como la protagonista de su novela, Schenk estudió en Lyon y se mudó a Alemania en 1966. Desde entonces, su vida y su literatura oscilan entre estas dos culturas; por eso, el movimiento, el desplazamiento y la migración tienen un papel fundamental. Los cambios comienzan con su propio nombre: como Sylvie Gonsolin, su apellido de soltera, firma principalmente sus poemarios (todavía en francés). También así apareció su primera novela alemana, «Hin und Her» [De aquí para allá], en 1995, aunque más tarde publicó algún cuento en su lengua materna ya como Sylvie Schenk. Pero hasta 2004 no adoptó definitivamente su apellido alemán. «He decidido escribir en alemán porque vivo aquí, quiero quedarme aquí, quería salir de una soledad devastadora», explica. Vive cerca de Aquisgrán y pasa temporadas en La Roche-de-Rame, en los Alpes franceses. Cuando «Rápido, tu vida» se publicó en Alemania, los libreros lo eligieron como uno de los cinco libros más bellos del año. Su traducción al italiano ha recibido una Mención Especial en el prestigioso Premio Mario Rigoni Stern.