Rebelión en la granja es la historia de cómo unos animales de establo consiguieron hacer de la Manor Farm, dirigida por el granjero Joe, un paraíso en la tierra y constituir la Animal Farm. En su último discurso el precursor e ideólogo de la rebelión, el cerdo Major, señaló que una granja distinta era posible, una granja donde las relaciones de subordinación fueran historia, donde no existiera la explotación por parte de los hombres y los animales fueran dueños de su propio trabajo. Tras su muerte, y en un ambiente urgente de hambruna por dejadez de Joe, los animales se rebelan y consiguen deshacerse de la autoridad humana, pasando a gestionar la granja de manera asamblearia bajo el mandamiento de que «Todos los animales son iguales». Pronto, las tensiones en el debate entre los cerdos Napoleon y Snowball sobre la construcción de un molino desencadenarán una crisis que dejará patente que, en caso de que todos los animales sean iguales, «algunos son más iguales que otros». Orwell, desilusionado con la deriva autoritaria que estaba tomando el comunismo, adopta en apariencia la forma de una narración infant
George Orwell llegó a Barcelona en las navidades
de 1936, dispuesto a luchar
contra el fascismo. Encontró
una ciudad en plena revolución
e ilusionada ante el futuro, y acabó enrolado en la milicia del poum. Destinado
durante cuatro meses al frente de Aragón, donde reinaba una desesperante inactividad, regresó por unos días a Barcelona. Allí, tras ser testigo del conflicto entre los anarquistas y las fuerzas del orden, las famosas Jornadas de Barcelona de mayo de
1937, que consolidaron el poder de los comunistas, escapó de milagro a la dura persecución sufrida por el poum
después de su ilegalización.