En los salones de la mejor sociedad británica Reginald brilla con luz propia: elegante y mordaz, frívolo e ingeniosísimo, nadie está a salvo de sus cáusticos comentarios y su afán por emitir opiniones acerca de cualquier cosa, ya sea una guerra colonial o la última moda en sombreros. Las divagatorias parrafadas del dandy que evocan los epigramas wildeanos y están llenas de una irresistible comicidad pueden versar sobre un paseo a caballo con una dama poco ducha en la equitación o una celebración navideña en casa de unos parientes cursis o la organización de una procesión bacanal con los jóvenes miembros de un coro religioso. Todo resulta un excelente pretexto para decir una frase brillante o poner en evidencia la rigidez adocenada de los buenos victorianos. Maestro del humor negro y ácido cronista de su tiempo, Saki (seudónimo de Hector Hugh Munro), dibuja en esta colección de relatos uno de sus personajes más divertidos e inolvidables, un petimetre entrenado en el arte de descubrir los aspectos más jocosos de una clase social obsesionada por las conveniencias y esclava del llamado buen tono .