En La resurrección del alerce, Varlam Shalámov ahonda ―con una reelaboración que siempre da lugar a una nueva perspectiva― en los episodios y los personajes con los que compartió los largos años que pasó en el gulag. Como si se tratara de variaciones inagotables que pretenden dar cuenta de una realidad hasta entonces desconocida para el lenguaje, el autor convierte Kolimá en un texto que se expande y se transforma a través de cada relato. Pero si la obra del escritor ruso se revela como un documento esencial de la tragedia es porque instaura un género nuevo: reivindica una respuesta civilizada a ese infierno, artística, sofisticada incluso, una radical expresión literaria de un creador a la par que testigo. Este volumen es el cuarto de los seis que forman el ciclo general, que ahora se publica íntegro por primera vez en castellano y de acuerdo con la estructura que Shalámov dio a su obra.