Resulta difícil imaginar una vida y una obra tan rica, variada y trágica como la de Anna Ajmátova (1890-1966), continuadora de Pushkin y " musa " de la modernidad poética rusa. Su dilatada vida la convierte en testigo de excepción de la historia contemporánea y del sufrimiento del pueblo ruso antes y después de la caída de los zares. " Réquiem " y " Poema sin héroe " constituyen su cima creativa. La primera es el testimonio de una persecución. La segunda constituye, a modo de memoria poética, su pasado que es el de la época modernista de Petersburgo. Ambas son la voz íntima y pasional que habita el pensamiento hecho palabra.
Anna Ajmátova (Bolshoj, 1889 - Komarovo,1966).Poetisa rusa, pasó su infancia y adolescencia entre Tsárskoie Seló y Kiev. Al divorciarse sus padres en 1905, Ajmátova partió con su madre a Crimea, se irá, después, a Kiev, al objeto de terminar sus estudios secundarios y formarse en Derecho. En San Petersburgo, por último, seguirá los cursos de altos estudios de Literatura e Historia. Su emotivo ciclo en memoria de las víctimas de Stalin, entre las que estuvo su hijo Lev, Requiem (1935-1940), está considerado una obra maestra y un monumento poético al sufrimiento del pueblo soviético.