La elocuencia, el apasionamiento y la amplia visión de los ensayos políticos de Arundhati Roy han añadido muchos nuevos lectores a los que ya la conocían gracias a su justamente famosa novela El dios de las pequeñas cosas. Este nuevo libro suyo, Retórica bélica, es una colección de ensayos y discursos en los que la escritora india hace hincapié en una serie de cuestiones de candente actualidad que le interesan profundamente y que deberían interesar en igual medida a todos aquellos que desean que la democracia y la justicia lleguen hasta el último rincón de la tierra y ven con preocuación el rumbo que están haciendo tomar al mundo ciertos poderosos organismos que parecen estar más allá de cualquier control por parte de la ciudadanía. La escalada nuclear en la que rivalizan la India y el Pakistán, las aterradoras matanzas de musulmanes en el estado indio de Gujarat y las exigencias estadounidenses de una guerra cada vez más amplia contra el terrorismo le sirven de telón de fondo para denunciar el creciente auge del militarismo y la violencia racial y religiosa en todo el mundo, así como para criticar las ideologías que hacen de etnia sinónimo de nación. Utiliza también los apasionantes acontecimientos históricos que precedieron y siguieron al ataque de los Estados Unidos y sus aliados contra Iraq para deconstruir de manera sistemática los argumentos expuestos por el gobierno estadounidense para ir a la guerra. Expone con brillantez los profundos errores contenidos en sus tesis, así como la hipocresía y la falsa ideología ocultas tras la retórica propagandística que hizo creer al 42 % de los estadounidenses que Saddam Hussein era directamente responsable del atentado terrorista llevado a cabo el 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y que un país sitiado, bombardeado y hambriento como Iraq representaba una amenaza directa para la seguridad de los poderosos Estados Unidos de América.
Arundhati Roy vive en la India, en Nueva Delhi. En 2002 la Fundación Lannan otorgó a la escritora su premio a la Libertad Cultural.