Pocos días antes de morir, Rocío Jurado le dijo a su amigo Antonio Burgos, cuando la visitaba por última vez en su casa de La Moraleja: «Ahora ya, en cuanto me ponga una mijita mejor, te vas a venir una semanita con Isabel, tu mujer, a Yerbabuena, y allí verás tú cómo te cuento todo lo que quiero decirte para ese libro que tenemos que hacer y que yo no quiero que escriba nadie que no seas tú. Verás tú qué libro más bonito nos va a salir...». La muerte impidió aquel relato en primera persona, al modo como el escritor reconstruyó en otros libros la vida de Curro Romero o de Juanito Valderrama. Por eso esta «historia sentimental» es el pago de esa deuda de amistad y gratitud del autor con la cantante: el libro que Rocío Jurado quería que le escribiera Antonio Burgos. Sus páginas reconstruyen los recuerdos de cuanto a lo largo de los años, en la cercanía de la amistad, le fue contando la artista sobre su vida y cuanto junto a ella pudo observar sobre su modo de ver el mundo y de entender el arte. Más que una biografía al uso o un estudio sobre su inmenso y diverso repertorio artístico, este relato novelado es un tributo de homenaje, en el que la personalidad y la calidad humana de la artista, por encima del mito de la estrella, quedan cercana y entrañablemente reflejadas en sus anécdotas, en los rasgos de su personalidad arrolladora, en su entorno familiar, en sus recuerdos de niña de Chipiona o en su inconfundible gracia y su fuerza a la hora de contar historias y de evocar todo un tiempo de España. El libro se complementa con una selección antológica de las canciones que marcaron la carrera artística de la Chipionera: casi cien letras escritas para ella por autores como Rafael de León, Manuel Alejandro, José Luis Perales o Juan Pardo, entre otros muchos, así como los clásicos del cante flamenco y de la copla que Rocío Jurado recreó con su personal estilo y con el poderío de su voz. Con este libro, Antonio Burgos culmina su trilogía sobre personajes míticos de las artes populares andaluzas, en la que ya publicó la biografía de un torero, Curro Romero, la esencia, la de un cantaor, Juanito Valderrama: mi España querida, y ahora la de la gran intérprete de la canción, Rocío, ay, mi Rocío.
Antonio Burgos ha dedicado a Andalucía y a Sevilla buena parte de su trabajo como escritor y periodista. Entre sus obras destacamos Las cabañuelas de agosto (Premio Ateneo de Sevilla 1982), Mirando al mar soñé y Reloj, no marques las horas, todas ellas publicadas en Editorial Planeta. Es también autor de la letra de numerosas canciones, como Habaneras de Cádiz, Habaneras de Sevilla, Va por usted o Lola de España, que han sido interpretadas por Rocío Jurado, Carlos Cano y María Dolores Pradera entre otros. Considerado como uno de los primeros columnistas de España -escribe en El Mundo y Época y colabora en el programa radiofónico "Protagonistas"-, ha sido merecedor de premios periodísticos tan destacados como el Mariano de Cavia, el José María Pemán y el Larra. Asimismo es miembro de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
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