Astrónomo, astrólogo, matemático, filósofo, médico y entendido en música a pesar de sus humildes orígenes, OMAR JAYYAM (10481132) consiguió conservar una existencia libre, íntegra e incólume en un tiempo y un lugar difíciles para los sabios: la Persia medieval en la que las dinastías turcas islamizadas de gasnavíes y selyúcidas dejaban campar a sus anchas el fanatismo religioso. Por ello y por la concepción de la existencia que expresa relegó a la clandestinidad la actividad que, a la postre, habría de alumbrar una obra universal y perenne: la poesía. En sus RUBAYAT reunidos tan sólo tres siglos después de la muerte del poeta, Jayyam cantó con sensibilidad oriental al vino y la belleza, el goce del presente siempre fugitivo, la vanidad de la existencia, el aquí y el ahora, expresando en estos brevísimos poemas traducidos de forma insuperable en esta versión bilingüe por Clara Janés y Ahmad Taherí un sentir de la existencia humana desgarrada pero firme y llena de entereza. Las palabras de Jayyam dice en su prólogo Clara Janés «brillan por su pura verdad, una verdad inapelable, como podría ser una calavera o esos huesos que hablan entre gorjeos en Miércoles de Ceniza de T. S. Eliot».
La fama de Omar Jayyam (1048-1131) en Occidente se debe fundamentalmente a una colección de cuartetos, los "Rubayat", que fueron versionados en 1859 por el poeta británico Edward Fitzgerald. Sin embargo, Jayyam fue fundamentalmente astrólogo, filósofo y matemático. Se educó en su nativa Nishapur y posteriormente se instaló en Samarcanda, donde completó un importante tratado de álgebra. Realizó observaciones astronómicas para la reforma del calendario y dirigió la construcción del observatorio de la ciudad de Isfahán. A lo largo de su vida se dedicó a la enseñanza y escribió numerosos estudios sobre astrología, matemáticas y filosofía que recuperamos en este libro.