A pesar de que su sátira ya interesó en su época, poco se sabe de la vida de Juvenal (h. 62-h. 130). Nació
en Aquino, en el seno de una familia provinciana, aunque muy rica, y es bastante probable que se dedicara a la poesía
satírica no en su juventud sino en una madurez quizá incipiente. Dedicado a la vida militar en Aquino, se dedica al
estudio de la retórica en Roma, donde tantea sus posibilidades como hombre político, cultiva sus amistades y frecuenta
los círculos literarios, para ser finalmente exiliado perdiéndolo así todo. Las dieciséis Sátiras nos ofrecen una
visión del mundo de Juvenal muy personal. En ellas, y sobre todo en las nueve primeras, Juvenal alude constantemente a
la ciudad de Roma que le toca vivir: la de los poetas que recitan en público, la de las orgías, la Roma de la clientela,
las miserias de sus intelectuales... La hipérbole salvaje, la obscenidad y la paradoja llenan las páginas de esta
espléndida, sincera y profunda obra poética.
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