La actividad de un hombre ordinario está constituida por reacciones que son la expresión de su constitución egocéntrica. El hombre ordinario es un yo rodeado de objetos agra dables o desagradables, amigables u hostiles y todo lo que actúa sobre él le hace reaccionar en función de sus deseos y temores. En consecuencia, todas sus reacciones son falsas, parciales, inadecuadas, porque están fundadas en su perspectiva egocéntrica, que tiene por principio la ilusión de un yo separado . Quien conociera a Jean Klein sabra que estuvo ante un Buda, un liberado viviente. Sin duda, y a nuestro juicio, se trata del mayor maestro de VedantaAdvaita de origen occidental que se haya conocido. Tal vez por ello su enseñanza era libre y directa y, no obstante, profundamente enraizada en la tradición. Recomendamos vivamente la lectura de esta obra, accesible a todos, y que brilla, dentro de su obra con una particular luminosidad .